DOCUMENTO  HABLAR DE SEXUALIDAD

 

En el primer semestre de 2008 se realizaron unas cartillas por parte del Consejo de Padres del Colegio Salesiano de León XIII, 2008, en su edición para primaria y en su artículo “hablar de sexualidad” que fue elaborada por Maria Eugenia Muñoz, Zoraida Quintero y Omar E Guio S. y con la colaboración de la sección de psicorientación de primaria del colegio y teniendo en cuenta los siguientes vínculos o páginas Web
http://medicina.udea.edu.co/Publicaciones/crianzahumanizada/anteriores-rodolfo/publicaciones/crianzahumanizada/V5n9-10/crecerdiferencia.htm
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/familia/1597/article-85779.html
Http://www.profamilia.org.co/,
Este artículo contribuye al objetivo de esta página que es involucrar a la familia y orientar a los padres para ayudar a sus hijos e hijas en su educación sexual. Además como tuvo una gran acogida y por petición de los padres se transcribe a continuación para una mayor divulgación.

“Un niño o joven educado en la confianza, en la confidencia con los padres, educado en el amor verdadero, será también educado de forma correcta para administrar su propia sexualidad y expresar sus sentimientos.

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Al hablar de educación sexual, no se habla específicamente de instrucción sexual, ya que ésta se refiere al conocimiento de lo que concierne a los órganos genitales, al propio cuerpo y a la reproducción. El saber acerca de estos temas no garantiza que se esté también sexualmente educado; uno puede estar sexualmente instruido y ser un analfabeta del amor. Por lo tanto la instrucción no basta por si sola, aunque es importante el conocimiento que ésta nos da.
La sexualidad en el ser humano va mas allá de una relación sexual, es un componente de la afectividad y la expresión de ella en una pareja. La claridad en esto será la que nos permitirá dar respuestas adecuadas a nuestros hijos que trasciendan más allá de la anatomía y de los libros que en ocasiones lo que hacen es confundir al niño.

Es importante conocer y saber acerca de la etapa de desarrollo en que se encuentra el niño y entender que hay acciones propias y naturales de la edad y que un mal manejo de ellas podría crear traumatismos, sentimientos de culpa y temor.

En los niños de 6 a 7 años se empieza a despertar la curiosidad hacia su cuerpo y el de los demás y en algunos la exploración personal de su cuerpo y genitales, así como, la exploración y manipulación del de los otros. En esta acción no hay mala intención, ni deseo de molestar al otro, esa connotación se la da el adulto desde sus prejuicios y desde su propio nivel de pensamiento que va más allá de la del niño.

Es importante saber qué hacer en estos casos y como orientar a los niños, Primero se debe trabajar desde el conocimiento y valoración del propio cuerpo y el de los demás a través del reconocimiento de sus partes, que requieren de cuidado como un tesoro que generalmente se conserva en un lugar seguro, lejos de quien pueda causarle algún daño y al que sólo tiene acceso uno o aquella persona de la cual estamos seguros nos pueden ayudar en determinado momento. Segundo el niño debe tener claro que cada parte del cuerpo tiene una función que si no la tuviera le haría mucha falta. Tercero hay que enfatizar en los términos o conceptos de privado, algo que solamente es de uno y de nadie más, o todas aquellas cosas que no queremos que los otros vean o toquen por que las queremos mucho y son solo para nosotros y el respeto que hace referencia a obedecer o cumplir reglas que nosotros mismos u otras personas han establecido y con las cuales estamos de acuerdo por que sirven para poder estar juntos sin causarnos problemas.

En esta etapa se va despertando en el niño interrogantes, preguntas que realizan sin anestesia y ante las cuales los padres quedan inmóviles y desorientados, algunos guardan silencio y este no hace otra cosa que crear confusión, inseguridad, temores, malicias y errores. Otros acuden a la frase: “eres aún muy pequeño para hablar de estos temas", cuando seas mas grande te contaremos y ese día nunca llega, pero la inquietud sigue allí y el niño busca la forma de informarse.

Entonces: ¿Cómo responder?

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- Se debe responder con naturalidad y serenidad, sin sentirse incómodos y sin ansiedad.
- Se debe responder gradualmente, teniendo presente el nivel de desarrollo psíquico alcanzado por el niño. Decir todo es equivocado, cada hijo tiene necesidad de respuestas particulares, personalizadas y son ellos quien dan el parámetro, cuando el niño queda satisfecho con alguna respuesta no pregunta más, pero si por el contrario esta no es suficiente seguirá preguntando hasta sentirse satisfecho.
- Se debe responder con la verdad y con sinceridad, por que si el niño descubre que ha sido engañado, no creerá nunca más. La verdad hay que decirla gradualmente y con el lenguaje del amor ese lenguaje que nadie mejor que los padres para expresarlo.

¿Cuándo hablar?

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- Si el niño hace una pregunta explícita, está claro que hay que responder. Las respuestas le hacen comprender que puede tener confianza en nosotros. Es necesario responder, además, para no inculcar en el pequeño la sospecha de que existen zonas prohibidas y que es esto lo que va creando la malicia.


- En caso de que el niño no pregunte nunca nada al respecto, con tacto provoquemos las preguntas buscando la ocasión propicia, por ejemplo, una señora embarazada en la calle, el nacimiento de un niño, la espera de un hermanito. Se debe tener claro que son los padres los cuales a través del conocimiento del hijo, los únicos que pueden prever el momento adecuado.
- El periodo mejor para hablar con los hijos es de 3 a los 11 años. En esta fase los niños creen plenamente en los padres, tienen confianza en ellos: "Todo lo que para los padres es natural, es también natural y aceptable para el niño". Por lo tanto hacia los 11 años la información sexual (no la educación, ésta dura toda la vida) debería ser ya completa.

¿Qué decir?

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Está es para muchos la cuestión más difícil. Se debe decir la verdad, se debe ser sincero y buscar que lo que se dice sea lo más cercano a la realidad; pero aquí es importante comprender que por más elaborada y exacta que sea la respuesta no bastara nunca por si sola.
Existe otra forma de decir la verdad sobre el sexo, nuestra coherencia en el vivir, ser y hacer, el ejemplo. En el caso de un padre y una madre que se aman y se ayudan, que se comprenden y se respetan, que demuestran su afecto en frente de los hijos con un beso o una flor, al igual que quien no tiene una pareja que demuestra amor hacia todas las personas con las que se convive y es detallista, realizan la mejor educación sexual por que es educación para el amor; si se quita el amor, la sexualidad se reduce a la practica netamente orgánica en la que no existe la aceptación del hombre como imagen y semejanza de Dios cualquiera sea la idea que se tenga de El.

La recomendación es sencilla: no creer que existe un momento especial para hablar con los hijos sobre sexualidad. “Hablar de sexualidad no es hablar de sexo. Es hablar del estilo de vida de una persona, según el sexo al que pertenece., el error mas común de los padres es creer que existe un momento especial para hablar con los hijos sobre sexualidad. El momento es siempre”.