DISCRIMINACIÓN SEXUAL

 

 

Ser heterosexual, homosexual o bisexual son condiciones humanas que ocurren en todas las sociedades y grupos humanos. Las orientaciones sexuales suelen descubrirse alrededor de la juventud, a veces antes y, ocasionalmente, pueden ser elegidas. En ningún caso deben juzgarse o estigmatizarse a quienes tengan alguna orientación o preferencia sexual y menos discriminarles y faltarles gravemente al respeto, cuando tienen exactamente los mismos derechos que todos los seré humanos.

 

Los estudios sobre las orientaciones sexuales no son conclusivos: no se han encontrado diferencias hormonales, ni genéticas, ni hereditarias, que expliquen la diversidad; en algunos casos se han señalado algunos factores psicológicos y culturales desencadenantes. Pero las manifestaciones diversas en la sexualidad ocurren por igual en hijos o hijas de parejas estables e inestables, religiosas y ateas, en hogares u uniparentales, heterosexuales y homosexuales, de padres transgénico o madres que son travestís. En todo caso, falta todavía qué investigación que permita determinar el origen de la época de los griegos y los egipcios.

La Organización Mundial de la Salud en 1990 suprimió a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Ser homosexual, lesbiana o bisexual es una forma de vivir la sexualidad, y las personas que tienen estas identidades no tienen porqué ser tratadas diferente de quienes son heterosexuales. Por lo tanto esto no puede ser contagiado

En el area de las explicaciones sicológicas y sociales la discriminación a causa de la orientación sexual no se debería de dar ya que probablemente hay tantas formas de entender la identidad sexual y la de género como humanos existen, sin embargo las sociedades tienden a clasificar en compartimentos inamovibles a los individuos y a asignarles roles a veces muy reducidos. Este etnocentrismo se pone de manifiesto al observar que en algunas sociedades existen otras clases de roles sociales; por ejemplo, los Hijra de la India son personas intersexuales y dentro de su cultura se les considera "el tercer sexo". A veces la frontera entre la identidad sexual y la identidad de género no se muestra muy clara. En este punto, la teoría Queer rechaza la categorización del individuo en categorías universales como "homosexual", "heterosexual", "hombre" o "mujer". Según esta teoría, la identidad sexual de las personas son el resultado de una construcción social. De ser así no existirían papeles sexuales esencial o biológicamente inscritos en la naturaleza humana. Es decir, todas las identidades relativas a la sexualidad, género y/u orientación sexual son igualmente anómalas, ya que son un producto socio- histórico. La transfobia aún no ha sido integrada en el discurso público. Tradicionalmente, se ha visto la transexualidad como un problema psiquiátrico, la llamada disforia de género. Sin embargo, recientes investigaciones en neurociencia sobre cerebros de transexuales indican que la composición de éstos muestra a menudo la composición del sexo con el que se identifica el individuo en lugar de la del sexo de nacimiento. Esto apoya la teoría de que el cerebro de un individuo puede desarrollarse en un sentido diferente al de sus genitales, por lo que la transexualidad es de origen innato y no psicológico. La investigación también apoya las expresiones "hombre atrapado en el cuerpo de una mujer" y "mujer atrapada en el cuerpo de un hombre". En realidad, la discriminación hacia los/as transexuales está en estrecha relación con el sexismo y la homofobia. De hecho se correlacionan. Esta asociación se debe a que estas formas de discriminación se sirven de las mismas creencias o ideología: la heteronormalidad. www.facebook.com/PsicologiaCSM Print to PDF without this message by purchasing novaPDF (http://www.novapdf.com/)