EMBARAZOS EN ADOLESCENTES

 

Hoy los jóvenes además de enfrentarse a los complicados efectos propios de esta etapa, tienen que hacerlo también ante a un bombardeo fatal de ideas, , imágenes, comerciales, películas, realitis, noticias, música que poseen una falta de valores, ellos no pueden lidiar solos con esta situación, es necesario la guía de nosotros padres en primera instancia y los maestros como complemento, como padres Mantengan un relación abierta afectuosa y empática con sus hijos, es decir colóquese también en el lado de ellos y viceversa. Trabaje con sus hijos la independencia y su autoestima, enséñelos a ser auto reflexivos. Oriéntelos para que  dirijan y controlen su conducta de acuerdo a una escala de valores. Que no le de pena hablar con sus hijos sobre temas de sexualidad y las consecuencias de ejercerla irresponsablemente. Charle con ellos sobre los riesgos y complicaciones que tendrá en caso de embarazarse y como cambiará su vida desde ese momento. Entre más temprano hable con ellos sobre estos temas, es mejor.

Si cree que no sabe lo suficiente sobre sexualidad, preparase: Lea libros y asista a cursos y talleres que hay en la materia y en los que se abordan temas como el uso e importancia de los métodos anticonceptivos y la manera de evitar un embarazo o contraer una infección de transmisión sexual, puede ser que después sea tarde. Si no le gusta hablar con sus hijos sobre sexualidad, entonces acompáñelo a un centro de salud o inscríbalo a talleres donde tratan tales temas. Hágale saber a sus hijos que la prevención de un embarazo no solo concierne a la mujer, es cosa de dos; el hombre tiene también la obligación de asumir su responsabilidad en la prevención de este problema e inmiscuirse más en caso de que vaya a ser padre, pues aunque no haya una unión formal con su pareja es muy importante su presencia durante la gestación y educación de su hijo, ser padre no es por un ratico o mientras se cansa, es para toda la vida.

 

Según profamilia

 

En la prevención del embarazo a temprana edad, los adolescentes tienen la información, los padres la orientación. Padres, adolescentes y colegio son la fórmula clave en la reducción de los índices de embarazo en adolescentes.

¿Qué ha fallado? ¿es falta de información? ¿exceso de confianza entre los adolescentes? ¿falta de comunicación con los padres? ¿falencias en el sistema educativo?, estos y muchos otros interrogantes hacen parte de la larga lista de posibilidades que existen para que la cifra de embarazo adolescente continúe en ascenso.

Para el doctor Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, el problema de los embarazos a tempranas edades tiene múltiples causas y van desde la tendencia que tienen los adolescentes a creer que esto no les va a suceder, hasta la necesidad absoluta de que haya un acompañamiento de los padres y educadores en este proceso.

 

A continuación, le daremos algunas pautas que usted como padre, puede seguir para mejorar la comunicación con sus hijos:

Debe partir de la base de que los jóvenes piensan que a ellos no les va a pasar, tienden a creer que el embarazo es problema de otros. Eso es lo primero que tiene que desvirtuarles.

Se necesita comunicación entre padres e hijos. Como padre está en la obligación de guiar, informar y dar los elementos necesarios para que sus hijos sepan lo que está bien y lo que no, sin embargo, tenga en cuenta que  no puede hacer un control total sobre sus decisiones, lo importante es que sus ellos tengan claro que cada acto tiene su consecuencia.

Tenga presente que al colegio le corresponde una parte en la educación sexual de su hijo (el componente teórico), pero no les delegue por completo esta responsabilidad. El éxito de una adecuada comunicación está en que padres, adolescentes y colegio formen equipo y trabajen juntos.

Ante adolescentes que poco se comunican, busque SIEMPRE estrategias, todos los jóvenes necesitan en algún momento hablar, identifique cuál es el momento en que ellos se sienten más cómodos y hábleles. Inténtelo en el chat, en el carro, acostados en la cama de su hijo, el hecho de sentirse en su espacio y sin tener que sostener la mirada puede ayudar para que se suelte con mayor facilidad.

No importa si su hijo es hombre o mujer, es importante que le haga entender que el embarazo es un problema de dos y que su gran problema radica en que marca un rompimiento en su proyecto de vida y afecta la calidad de la misma.

Cuéntele que aunque hoy en día las adolescentes adquieren un desarrollo físico más temprano, razón por la cual desde el punto de vista biológico los riesgos físicos podrían ser menores, sin embargo, persisten enfermedades como la hipertensión o la desnutrición.

Nunca piense que si no le habla de sexo a su hijo/a, no lo incita y por lo tanto no va a tener relaciones sexuales… El desarrollo físico, produce por sí solo, sensaciones de placer que son naturales. Trate de entenderlo, permítale que hable e intercambie conocimientos con él o ella sin que la conversación suene a una charla magistral, recuerde que está comprobado que con los adolescentes los discursos no funcionan.

Evite que busque ayuda en sus amigos para hablar de estos temas, ofrézcale confianza, tal vez no le cuente todo, pero haga que sea lo suficiente como para poderlo orientar.

El diálogo entre padres e hijos, marca la diferencia… forme a sus hijos de manera que tengan criterio para tomar decisiones y carácter para mantenerlas en el tiempo.

Por último, no esquive las preguntas, si no tiene la respuesta, hágale saber que no lo sabe, pero llévelo en busca de ayuda o asesoría profesional, de esta manera logrará que su hijo/a tome decisiones conscientes e informadas.

 

¿Qué busca Profamilia Joven?

Profamilia Joven ofrece atención especializada en salud sexual y salud reproductiva a adolescentes y jóvenes entre los 13 y 21 años mediante asesoría gratuita y personalizada en temas de sexualidad y planificación familiar, información y servicios médicos especializados para adolescentes, con el fin de orientarles sobre los diferentes aspectos de su vida, incluyendo la  salud sexual y la salud reproductiva.

Para Profamilia Joven, el tema del embarazo en adolescentes debe estar enmarcado siempre desde una perspectiva de derechos, es decir, más allá de hablar de métodos anticonceptivos, hablamos de la posibilidad que tiene el o la adolescente de decidir si quiere tener un hijo/a o no.

 

Para Profamilia Joven es importante que el adolescente entienda que:

No usar el condón en todas sus relaciones sexuales o usarlo de forma incorrecta, lo pone en riesgo de un embarazo o una Infección de Transmisión Sexual y no tiene nada que ver con la confianza que tenga en su pareja o con tener o no una relación estable.

La pruebita de amor no existe, la mayor prueba de amor es protegerse a sí mismo usando no solo un método de planificación, sino también el condón como doble protección.

Cada acto tiene su consecuencia.

El embarazo es cuestión de dos y la responsabilidad no debe caer  solo en la adolescente.

Puede vivir una Vida sexual plena, con protección, respeto, sin violencia ni coerción.

 

Por otro lado para evitar un embarazo no deseado, precipitado o sorpresivo:

- Es necesario abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que se tenga la madurez para comprender su significado y responsabilidad.

- Utilizar adecuada y oportunamente la información sobre el embarazo, sus riesgos y la forma de prevenirlos.

- En caso de tener relaciones, utilizar el condón adecuadamente durante todas las relaciones coitales, sobre todo porque el ciclo menstrual durante la adolescencia suele ser irregular.

- Conocer todos los métodos anticonceptivos existentes, sus ventajas y desventajas durante la adolescencia y consultar al médico para que si se desean tener relaciones administre el método anticonceptivo ideal para cada adolescente.

- Evitar el consumo de alcohol y drogas, para no perder el control cuando se esté con la pareja y puedan tomar decisiones adecuadas y responsables sobre el ejercicio de la sexualidad. Las hormonas y las drogas no son buenos consejeros.

- Desarrollar valores personales, como el respeto a nuestro cuerpo, a la vida, a las decisiones de los demás, al ejercicio de la sexualidad.

- Anteponer siempre un proyecto de vida profesional a uno emocional, que aún no se sabe cómo se podrá manejar.

- Actuar con firmeza ante situaciones de reto, riesgo o amenaza y decir siempre NO cuando exista la presión hacia las relaciones sexuales. Este tipo de presión casi nunca termina en una relación duradera y estable. Y aumenta la probabilidad de un embarazo a una edad temprana.

 

 10 Consejos para los jovenes

1. Hablar sobre la salud sexual con sus padres otros adultos confiables y amigos.

2.Resistir la presión para empezar a tener relaciones sexuales.

3. Apoyar a los amigos que deciden no tener relaciones sexuales.

4. Usar condones siempre al tener relaciones sexuales.

5. Informarse al máximo sobre salud reproductiva y sexual.

6. Evitar el consumo de alcohol y drogas, para no perder el control cuando se esté con la pareja y puedan tomar decisiones adecuadas y responsables sobre el ejercicio de la sexualidad. Las hormonas y las drogas no son buenos consejeros.

7. Desarrolla valores personales, como el respeto a tu cuerpo, a la vida, a las decisiones de los demás, al ejercicio de la sexualidad.

8. Anteponer siempre un proyecto de vida profesional a uno emocional, que aún no se sabe cómo se podrá manejar. Actuar con firmeza ante situaciones de reto, riesgo o amenaza y decir siempre NO cuando exista la presión hacia las relaciones sexuales. Este tipo de presión casi nunca termina en una relación duradera y estable.

9. EL EMBARAZO ADOLESCENTE SE PREVIENE, NO SE CURA. A partir desde esa premisa los padres pueden ayudar a sus hijos a transitar por una sexualidad responsable, las conversaciones respecto a la importancia del correcto uso de métodos de protección.

10. En el caso que el embarazo adolescente llegue a concretarse es importante que, los futuros padres, cuenten con el apoyo de su familia. Cuando las cosas están hechas no se puede pedir que no hayan sucedido, el rol del adulto pasa por enseñar a asumir con responsabilidad las dificultades que en la vida se presentan.

A pesar del trabajo realizado desde las instituciones en materia de educación y prevención, las cifras de embarazo adolecente en el país no ceden: En el año 2005 la ENDS hablaba de que dos de cada cinco adolescentes ya era madre o estaba embarazada. Más del 60 % de las jóvenes pertenecía el sistema educativo cuando quedó embarazada o tuvo un hijo/a. Entre ellas, solamente el 18 % pudo continuar sus estudios, un 27 % se retiró porque quedó embarazada, el 7 % porque se casó debido al embarazo. El 6 % de ellas se retiró porque necesitaba cuidar a los hijos y el 3 % porque debía trabajar para contribuir con los gastos del hijo/a. En el 2007 el Ministerio de la Protección Social registró 6.599 partos en niñas entre los 14 y 19 años de edad. En el 2009 la cifra ascendió a 6.928 partos en adolescentes de estas mismas edades. En la actualidad, Colombia ocupa el quinto lugar entre los países de América Latina y el Caribe con mayores tasas de natalidad en adolescentes y jóvenes entre los 15 y 19 años, de acuerdo con el Informe Regional de Desarrollo Humano para la Región (2010), del Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Un estudio realizado por la Red Colombiana de Jóvenes Líderes en Salud Sexual y Reproductiva en 8 ciudades del país reveló:

 • El 73% de los adolescentes considera que la educación sexual que recibe en el colegio no es adecuada.

• El 56 % de los jóvenes no se comunica adecuadamente con sus padres. Tan solo el 3.5% de ellos habla de temas de salud sexual y reproductiva con ellos.

• Aunque el 81.3 % de ellos percibe el riesgo de un embarazo, tan solo el 54% uso un método de planificación en su primera relación.

• El 61 % de los/as jóvenes no usa siempre el preservativo.

• Los padres creen que su hijo/a le contaría si está teniendo relaciones sexuales en un 47%  si es hijo y solo en un 38% si es hija. Y un 37% de ellos, consideran que sus hijos improvisan su sexualidad

Con el arribo de la pubertad, arriban muchas cosas para los adolescentes, entre ellas el que biológicamente estén listos para la reproducción. Sin embargo, esta condición hormonal no es suficiente para poder emprender el camino de la paternidad.

Los grandes culpables del embarazo adolescente terminan siendo los propios adolescentes. Muchas veces los padres, tan agobiados por la situación, responsabilizan en un 100% a sus hijos por las conductas “inadecuadas” que lo llevaron al embarazo.

De esta manera los ahora futuros progenitores se sienten abandonados y aún más apesadumbrados con todas las responsabilidades que ven venir. Sin un respaldo familiar el embarazo adolescente es percibido como un gran obstáculo que, en algunas ocasiones y ante consejos muy equivocados, se termina “solucionando” con el aborto.

Medidas de prevención

Como ya se expresó, el embarazo adolescente se previene, no se cura. A partir desde esa premisa los padres pueden ayudar a sus hijos a transitar por una sexualidad responsable, las conversaciones respecto a la importancia del correcto uso de métodos de protección (no sólo por el embarazo sino también por las ETS) y abrir los espacios para las dudas adolescentes puede hacer la diferencia en la vida de los hijos.

Es común escuchar en charlas con adolescentes que ellos sienten “vergüenza” al hablar de sexualidad con sus padres. Esta incomodidad basada en la sensación de que serán reprendidos por su curiosidad sexual los aparta de los consejos paternos, dejándolos a merced de información compartida entre pares y exponiéndolos de forma innecesaria a conductas de riesgo.

Educación en la escuela       

Los padres deberían exigir que en las escuelas y colegios se hable de sexualidad, aunque ya existe una normatividad al respecto en muchas instituciones no se sigue, como de cualquier otro tema relevante para la vida de los estudiantes. El poder generar un espacio abierto al diálogo, guiado por un adulto capacitado permite que los jóvenes expresen sus dudas al interior del grupo de pares donde, por cercanía de edades e intereses, se sienten más cómodos que preguntándolo en sus casas.

La posibilidad de tener un docente instruido debe ser vista como una alternativa saludable en pos de disminuir las tasas de embarazo adolescente y no como una ofensa a la moral o a los valores familiares que prefieren no hablar de sexualidad con sus hijos.

 

Agradecimiento a las siguientes paginas

http://www.esmas.com/salud/saludfamiliar/adolescentes/392474.html

www.guioteca.com

www.profamilia.org.co

correcciones

Omar E Guio S