En general para hablar sobre sexualidad con nuestros hijos conviene hacerlo con naturalidad, que expliquen lo que sabe sobre el tema en cuestión, se debe tener en cuenta que no hay momentos ni lugares específicos para tratar el tema, conviene destacar la igualdad entre el hombre y la mujer, pero sobre todo el ejemplo es el método de enseñanza más efectivo.
El vocabulario empleado se sugiere que sea el adecuado y las cosas tienen que ser llamadas por su nombre el órgano sexual masculino se llama pene, no cosito, pirulito, pipicito, o cualquier otro apelativo, el órgano sexual femenino se llama vagina, no cosita, Mariposita, chochita, o cualquier otro sobrenombre. Estos apelativos o sobrenombres lo que producen es confusión y hacen que el niño aprenda de manera equivocada a llamar su órgano sexual y el de los demás.
La educación sexual es el campo en que la familia es la mayor responsable, y en el que se tiene que hacer un mayor énfasis y esfuerzo en la construcción de valores. A la familia le corresponde volver a ser productora de valores, éstos deben ser enseñados primeramente por el ejemplo, los padres deben ofrecer a los hijos unos modelos de comportamiento donde se enseñen el respeto por la vida, la honradez, la verdad, la dignidad de la persona, la libertad, la responsabilidad, la solidaridad, la creatividad, la amistad, la fidelidad, la confianza, la laboriosidad, la lealtad, la obediencia, el respecto por las diferencias, la sinceridad, la paciencia, la perseverancia, la sociabilidad, la justicia, la bondad, la comprensión, la cortesía, la perseverancia, la prudencia, la esperanza, el sacrificio, etc.
Hay que tener en cuenta que para la formación de estos valores los niños de 0 a 7 años interiorizan más fácilmente las siguientes virtudes: el orden, la obediencia, la sinceridad. Los niños de 8 a 12 años: la responsabilidad, el respecto, la paciencia, la justicia. De 13 a 15 años: el pudor, la sobriedad, la fidelidad, la amistad, la sencillez, el patriotismo. De 16 a 18 años: la prudencia, la excelencia, la abundancia, la humildad y el optimismo.
Los valores como los anteriormente nombrados nos ayudan a construir las normas que rigen y regirán las vidas de los futuros adultos y los parámetros que les permitirán juzgar si una acción es buena o mala conforme a lo socialmente aceptado. Un ejemplo de un valor es la lealtad, se es leal cuando se está con el otro, se acompaña, no se da la espalda, se respalda y no se traiciona, el antivalor de la lealtad es la tradición.
La mayor virtud que posee el ser humano y que se desarrolla durante todas las etapas de su vida, es el amor, fuente y motor de todos valores del hombre.
De acuerdo a la edad los siguientes son sugerencias para el diálogo con
niños de:
1 a 5 años.
Sea muy amoroso, demuéstrele a su hijo todo su cariño con palabras y actos como abrazos, juegos y la disposición del tiempo necesario para el diálogo.
Sea paciente, recuerde que está hablando con un niño.
Sea buen oyente, lo que el niño dice es importante.
Que sus términos sean simples, utilice lenguaje sencillo.
Sea honesto y consistente póngase de acuerdo con su pareja.
Sea usted mismo, recuerde usted no es infalible, todo que usted diga será tomado como verdad por el niño.
Tenga contacto físico con dosis de cariño y alegría por parte de los padres hacia el niño y entre la propia pareja, recuerde que el ejemplo es la mejor forma de educar.
Tenga confianza en su hijo, así él tendrá confianza en sí mismo.
Realice explicaciones sencillas y ajustadas a las preguntas del niño sobre el sexo y el embarazo, con palabras que el niño entienda.
Desarrolle en el niño la comprensión y el respeto por la intimidad de sus padres y demás personas, respetando su intimidad y dando ejemplo de respeto por la intimidad de las demás
personas.
Mantenga una actitud abierta y positiva hacia el cuerpo desnudo, no ridiculizando ni teniendo una actitud vergonzosa hacia el desnudo.
Niños de 5 a 8 años
Mantengase en contacto con su hijo, esto hará que el niño se sienta importante.
Trate de hacer las cosas con y por su hijo, todo el tiempo que usted dedique será recompensado por la confianza y el amor de su hijo.
Permita los errores de su hijo, así él aprenderá de estos errores.
Sea comprensivo con estos errores, enseñen y cuál puede error y dialogue la posible solución.
Tenga conciencia de sus actos, no actúe con rabia, impulsivamente ni sin pensar.
Dosis constantes y libres de prejuicios en cuestión de contacto físico y cariño son buenas.
Refuerce la formación en valores fundamentales mencionados anteriormente, recuerde que la mejor forma de enseñanza es el ejemplo.
Preadolescencia 8 a 11 años
Sea paciente, recuerde que en esta etapa el joven está formando sus criterios y personalidad.
Sea buen oyente, escuche las razones y exponga con claridad sus argumentos.
Que sus términos sean simples consulte libros y otros medios de información con sus hijos, el acompañamiento en la adquisición de información es importante.
Sea honesto y consistente, ya que la verdad y el ejemplo son los mejores educadores.
Sea usted mismo, de esta manera el niño tendrá confianza en usted y lo conocerá mejor.
Llegue a acuerdos con sus hijos, ya que esta es la mejor forma de enseñarlo a relacionarse con los demás.
Trate los temas con naturalidad, no los disfrace pues de esta manera aprenderán ellos a hablar con naturalidad y confianza de estos temas con usted.
Discuta abiertamente los cambios que experimentan durante la pubertad sus hijos, así aprenderán a conocerse y saber que cambios les esperan en el futuro.
Realice con frecuencia cumplidos sinceros, y muestras auténticas de cariño hacia sus hijos, así afianzará los lazos de amor de sus hijos.
Refuerce la parte de información biológica para que de esta manera conozcan el funcionamiento de su cuerpo y la responsabilidad que ello implica en el cuidado y su relación con las demás
personas.
Adolescencia
1. Tenga una comunicación abierta sincera y verás que ayude a su hijo adolescente a tener una mejor comprensión de la sexualidad y de la responsabilidad que ella entraña.
2. Escuche, preste atención, conserve la calma, utilice un tono de voz moderado, recuerde que usted también fue adolescente, tenga mucha paciencia.
3. Déles confianza en sí mismos, permítales expresar su individualidad, recuerde que la alabanza es siempre más eficaz que la crítica, llénelos de entusiasmo por la vida, valore sus
logros y esfuerzos, sea justo, de buen ejemplo, sea tolerante, cultive su curiosidad, su sensibilidad, anímelos a no ser conformistas, ayúdelos a crecer siendo honestos consigo mismos,
déle su propio espacio.
4. Modifique gradualmente los límites impuestos dando mayor responsabilidad a sus hijos a medida que pasa los años.
5. Permita que su casa se convierta en lugar de reunión de sus hijos y sus amigos, es mejor saber quiénes son y como se relacionan.
6. Si se presentan problemas comprenda el origen del mismo y haga un enfoque realista para atenderlo para así poder realizar una comunicación abierta y sincera sobre el problema y sus
posibles soluciones demostrando amor aceptación y solidaridad.
Todas estas sugerencias expresadas con el amor que solo ustedes como padres pueden dar a sus hijos le brindaran la tranquilidad de un trabajo bien
hecho y muy seguramente la alegría del deber cumplido al ver el resultado en sus hijos.