HACER EL AMOR

 

La expresión hacer el amor se relaciona casi siempre con las relaciones sexuales, pero esta expresión es más que el arte de amar o tener un coito, es la unión de una pareja en comunión (unión en lo común) con unas ideas, unas metas y unos propósitos, es la entrega total de las personas, pues se entrega su vida (salud, bienestar ilusiones, etc.) pasada actual y futura;  para hacer el amor se necesita conocer muy bien a la otra persona y saber que esta persona está en concordancia conmigo y yo con ella, saber que pase lo que pase ella esta ahí presente en cuerpo y alma para que este momento perdure y no solo sea uno más. 


La esencia fundamental del amor es la entrega la entrega al otro de todo lo que es la persona, pues el amor es dar, el sentimiento de amar es lo más hermoso y constructivo cuando se comparte con la persona que responde de igual manera; pero es lo más doloroso y destructivo cuando no hay una reciprocidad con la otra persona por eso debemos saber elegir, y allí es donde se anida la felicidad futura.

 

Omar E Guio S.

 

El siguiente escrito tiene como Fuente: "Con mucho tacto" .de  Carlos Chávez Toro

Hacer el amor no tiene casi nada que ver con el sexo.

El sexo es un sencillo acto que ejecutan paquidermos, primates y equinos (es decir: cerdos, humanos y asnos), entre otros, por el cual el órgano sexual del macho introduce en la cavidad sexual de la hembra un fluido fecundador.

Hacer el amor, en cambio, es una deliciosa demencia voluntaria, a la que se entregan unicornios, pegasos y dragones (es decir enamorados puros, solitarios fugitivos y adúlteros asustados) entre otros, por la cual se realizan expediciones larguísimas a los continentes desconocidos que todos tenemos sobre la piel y debajo de ella. 

Hacer el amor es más que recibir o entregar líquidos de consistencia viscosa y sabor agrio. Es lo que lo rodea, lo que precede y continúa. Y se empieza mucho antes de entrar a una habitación, muchísimo antes de ocupar una cama. 

Se comienza a hacer el amor con la mirada y la voz. Y cuando esto resulta insuficiente, se continúa con cada una de las neuronas, con cada nervio, con cada arteria, con el calor de los labios, con la ternura de las yemas de los dedos, con la ansiedad de las uñas, con la humedad cristalina de la punta de la lengua y, finalmente, se hace el amor con cada trozo de recuerdo, con cada sístole del corazón, con cada diástole, con cada frustración y deseo. 

Hacer el amor es utilizar el sexo para desintegrarnos por unos momentos y volvernos a reconstruir renovados.

El sexo es un acto de la naturaleza. Necesario para asegurar la continuidad de la especie.

Hacer el amor, en cambio, es una creación de la sensibilidad humana. Sin ninguna finalidad práctica... igual que la música, la poesía y el fútbol.

 

RELACIONES SEXUALES

 

Las relaciones sexuales se pueden enmarcar en diversos comportamientos del ser humano,(amor, deseo, experiencias nuevas, adrenalina, hormonas alborotadas,nuevas experiencias, no ser el ultimo o el unico ....etc)  expresadas a otras personas; pero estas deben ser llevadas a cabo con RESPONSABILIDAD, ya que ellas dejaran una huella o una marca en nuestra persona y en nuestro futuro, las relaciones sexuales enmarcadas en el amor la responsabilidad y el compromiso son relaciones que pueden llevarnos a crecer como personas y posiblemente como pareja, sin estas caracteristicas, no son sino una copula, o  pura satisfaccion  de un momento que no se sabe  a donde condusca y que resultados futuros tenga.

 

Omar E Guio S.

 

La relación sexual es el conjunto de comportamientos que realizan al menos dos personas con el objetivo de dar y/o recibir placer sexual. Las relaciones sexuales pueden incluir muchas prácticas como el magreo (caricias), el sexo oral o el coito. El coito consiste en la introducción del pene en la vagina o el ano. En el caso de parejas heterosexuales fértiles, también pueden estar presentes fines reproductivos.

 

Terminología: relaciones sexuales y apareamiento

El término relaciones sexuales se utiliza para referirse al comportamiento sexual de los seres humanos. El término apareamiento se utiliza para referirse al resto de animales. En biología, el apareamiento es el conjunto de todos los comportamientos de cortejo y cría que realizan dos individuos de distinto sexo para procrear, y que culmina con la cópula; en oposición a la posibilidad de engendrar descendencia con uno solo (autofecundación de hermafroditas, partenogénesis).

Tipos de relaciones sexuales

Según la cantidad de persona involucradas en el mismo momento y lugar

·         Dos, como en una pareja

·         Trío o ménage à trois.

·         Orgía o sexo grupal: varios individuos tienen relaciones sexuales al mismo tiempo y en el mismo lugar.

Según el vínculo de las personas involucradas.

·         Con vínculos afectivos más o menos desarrollados como en muchos tipos de parejas (matrimonio, noviazgo, amistad con derechos o grupos poliamorosos)

·         Sólo con el objetivo de dar y recibir placer sexual (sexo ocasional o intercambio de pareja)

·         Con dinero de por medio (trabajo sexual), prostitución

Según el género de los participantes

·         Entre mujeres, típica pero no limitada a las lesbianas y mujeres bisexuales

·         Entre varones, típica pero no limitada a los gays y varones bisexuales

·         Mixto, típica pero no limitada a las personas heterosexuales y bisexuales

·         Incluyendo personas transgénero o intersexuales, típico pero no limitado a la pansexualidad

Otros tipos

·         Uso compartido de juguetes sexuales

·         BDSM, prácticas sexuales extremas de Bondage( atamientos), Dominación, Sadismo y Masoquismo

·         Inclusión de otras parafilias

Prácticas sexuales no consentidas

En nuestra cultura el requisito para considerar una práctica sexual como parte de una relación sexual válida y no un delito es el consentimiento. Así, las prácticas sexuales pueden ser consentidas o no.

Algunas de las prácticas sexuales en las que falta el consentimiento de una persona y por lo tanto son delito tienen nombre particulares y son:

·         Violación que se produce cuando una persona tiene acceso sexual hacia otra, mediante el empleo de violencias físicas o psicológicas o mediante el uso de mecanismos que anulen el consentimiento de los ofendidos. También se habla de violación cuando la víctima no puede dar su consentimiento, como en los casos de incapaces mentales, menores, o personas que se encuentran en estado de inconsciencia, a través de alcohol u otras drogas.

·         Abuso sexual infantil o pederastia: es toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder.

·         Prostitución forzada, uno de los fines de la trata de personas mediada por cierto tipo de proxenetismo

·         Otras prácticas donde falta el consentimiento son la necrofilia, práctica sexual entre una persona y un cadáver y la zoofilia, la práctica sexual entre una persona y un animal.

 

 

Prácticas sexuales

Como primera aproximación, se pueden dividir las prácticas en coitales y no coitales. Dentro de las no coitales podemos mencionar

·         Magreo: abrazos, caricias y besos.

·         Juegos sexuales

·         Masturbación mutua.

·         Sexo oral dirigido hacia los genitales (felación, cunnilingus, 69), el ano (anilingus) u otras partes del cuerpo (Estimulación oral de los pezones)

·         Sexo genital-genital sin penetración: Tribadismo y Frot

 

Coito o cópula

El coito o cópula (del latín: co-iter, ‘marcha en común’ o ‘ir en común’) es la inserción y empuje pélvico del pene en la vagina o el ano. En los seres humanos el coito es una de las prácticas sexuales que forma parte de la relación sexual. Además es la práctica normativa de las relaciones sexuales. Se suele usar la palabra coito para hacer referencia al vaginal. De las prácticas sexuales, es la práctica más riesgos tiene de ser una vía de trasmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS), por ello es el blanco principal de las recomendaciones del sexo seguro.

Coito vaginal

El coito vaginal consiste en la introducción del pene en la vagina. Es la práctica sexual que, entre personas fértiles, tiene probabilidades de resultar en la fecundación y embarazo por lo que es el blanco de algunos métodos anticonceptivos.

Aunque se tiende a pensar que la forma primigenia del coito vaginal en humanos es el llamado a tergo o ventro-dorsal —ya que ésta existe en los otros mamíferos de modo casi excluyente—, existen estudios que ponen en duda esta teoría y encuentran relación entre las coacciones de tipo morfológico y la preferencia por el coito ventro-ventral en el hombre y en el chimpancé bonobo.

La posición sexual a tergo —esto es, la penetración del pene en la vagina cuando la hembra se encuentra de espaldas al macho— suele ser llamada levrette, si la mujer está apoyándose sobre sus piernas y brazos, aunque también se realiza cuando la mujer es penetrada vaginalmente de espaldas (por ejemplo, acostada apoyando su espalda en el varón).

La forma más común de coito en humanos es la ventro-ventral o frontal , coloquialmente llamada posición del misionero, ya que popularmente se atribuye la introducción de esta forma de coitar en Oceanía a los misioneros.

Otra posición frecuente durante el coito en los seres humanos es la posición de Andrómaca, con la mujer sentada sobre el hombre acostado. Esta pose da más posibilidad de movimientos tanto a la mujer como al varón, ya que ambos pueden usar sus manos para acariciar otras partes del cuerpo.

Coito anal

En el coito anal la penetración se realiza en el ano. En lenguaje académico también se utiliza a veces el término «pedicación» (del latín pœdicatio o pœdicationis).

La mucosa anal carece de lubricación y es todavía más fácil de irritar que la vagina, por lo cual, tiene mayor riesgo de transmisión de ITS, especialmente el VIH, si no se realiza de manera segura.

Además que el esfínter o anillo musculoso anal está diseñado fisiológicamente para permitir o impedir la salida de elementos del cuerpo y no para que entren cuerpos extraños al organismo por lo tanto el uso de este musculo se ve forzado por el coito anal.

 

Coitocentrismo

El coitocentrismo es la tendencia a jerarquizar la sexualidad en prácticas significativas, adultas y completas (el coito) y prácticas vanas, infantiles e inmaduras (las otras prácticas) al punto de llegar a confundir relaciones sexuales con el coito  y a no dar el nombre y estatus de relaciones sexuales las prácticas sexuales en las que no se ha producido coito o a no considerarlas una vía de obtención de placer u orgasmo.

En occidente, la tradición judeocristiana ha estado vinculada en el sostenimiento del coitocentrismo. Según esta tradición, el acto sexual es válido sólo en el matrimonio, y se vuelve un medio para expresar sentimientos íntimos, adquirir responsabilidades y, sobre todo, reproducir a la especie. Según esta doctrina, la sexualidad no heterosexual, y fuera del matrimonio, es inmoral. Para los libertarios, es la falta de consentimiento, o un desequilibrio de poder - como el coito obligado - que es inmoral, pero para muchos conservadores la coerción marital no es inmoral. Se lo contextualiza como uno de los «lastres» patriarcales.

La aparición del concepto de coitocentrismo y su crítica viene de la mano del feminismo, y los últimos avances tecnológicos en materia de anticoncepción y aborto y las reforma sexual ocurridos en el siglo XX gracias a los que está extendiendo la nómina de prácticas sexuales socialmente aceptadas.

 

 

Controversias sexuales

Actividades sexuales como el adulterio, homosexualidad, orgías y relaciones prematrimoniales, pueden ser rechazadas o aceptadas por determinados grupos de personas, si bien son prácticas no sancionadas en gran parte de Occidente y otros lugares, mientras que existe una tendencia punitiva en sociedades teocráticas y fundamentalistas.

En muchos países islámicos toda actividad sexual fuera del matrimonio es ilegal. Entre esos países figuran Arabia Saudita, Pakistán, Afganistán, Irán, Kuwait, Maldivas, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Morocco, Sudán, Yemen Mauritania, etc.

  

 

Extraido de Wikipedia

Correcciones

Omar E Guio S.

LA MASTURBACION

 

 La masturbación,no es considerada una relacion sexual, pero se incluye aqui como un comportamiento sexual humano, la masturbacion tanto femenina como masculina, es la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtener placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo. El verbo «masturbar» hace referencia a la práctica de la masturbación. La masturbación puede realizarse por uno mismo en solitario o como estimulación realizada sobre los genitales de otra persona con los mismos fines placenteros, como ocurre en la masturbación mutua.

La masturbación suele efectuarse con las manos o mediante el frotamiento de los genitales contra algún objeto adecuado, como los llamados «juguetes sexuales», para obtener este tipo de excitación.

Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Curiosamente, el padre del psicoanálisis sostuvo hasta una edad avanzada que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis conocidas por aquel entonces bajo el nombre de neurastenia, equivalente en la actualidad a la llamada fibromialgia o fatiga crónica.

Sin embargo, debemos más el conocimiento de la sexualidad humana en la actualidad a un coetáneo suyo: Havelock Ellis. Este autor no sólo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades.

Origen del término

 

 

Masturbación masculina por Édouard-Henri Avril (1843).

Se han empleado diferentes términos a la hora de denominar a esta actividad sexual: autoerotismo, ipsación, masturbación, onanismo, entre otros. En todo caso, el origen del vocablo masturbación es incierto. La primera referencia conocida viene de Marcial, un poeta satírico hispanorromano del siglo I de la era cristiana. La voz podría derivar de una palabra compuesta por raíces latinas: manus, "mano" y turba, "alteración", "perturbación", "excitación". Con lo que masturbación significaría "excitar el pene". También podría proceder exclusivamente del latín: manus stuprare, "violar con la mano", o manus turbare, "excitar con la mano".

En todo caso, suele preferirse manus stuprare, porque históricamente se ha considerado "sucio" masturbarse. Aunque manus turbare resulta más ecléctico e indica en qué consiste el acto y no prejuzga ni el sexo de quien lo practica, ni si la actividad a la que se refiere es buena o mala.

Técnicas

Hombres

Existen variantes en la masturbación. La mayoría de los hombres se masturban agarrando el pene con la mano, moviéndola de arriba hacia abajo o de atrás hacia adelante, según la postura del individuo. Otros no utilizan toda la mano sino que agarran la zona del frenillo entre los dedos índice y medio, y el pulgar por el otro lado. Otra técnica es emplear las dos manos en el pene. Otros sólo frotan su pene con una mano y con la otra se estimulan los testículos o pezones, entre otras partes del cuerpo.

Los hombres no circuncidados, no suelen necesitar el uso de lubricantes, porque el prepucio ya mitiga los efectos del roce directo por sí solo, aunque los hay que los emplean para añadir sensaciones a su actividad. El uso de lubricantes es más frecuente entre los hombres que tienen su pene circuncidado, con el fin de facilitar el deslizamiento de la mano sobre el glande.

Mujeres

La mayoría de las mujeres se masturba estimulando la zona del clítoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estímulo vaginal introduciéndose sus dedos para incrementar la sensación placentera. Pero el estímulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento minoritario, a pesar de lo que muestran las películas pornográficas.

Las mujeres suelen utilizar los dedos para masturbarse. Estimulando el clítoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clítoris o, menos frecuentemente, estimulando directamente el glande del clítoris. Suelen lubricarse los dedos, sobre todo si estimulan directamente el glande, bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris o, bien, mojándolos con su propia saliva.

La gran mayoría de las mujeres se masturban acostadas, o en el baño, y con las piernas abiertas, un 10% lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche. El 3% de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2% lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2% más que lo hace sin manos, estimulándose sólo con fantasías. A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres (71%) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.

Extensión de la masturbación

Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografías a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno.

El análisis de las estadísticas arrojan como cifra probable de hombres que se masturban la del 92% o 94%. Para las mujeres, los datos son más inseguros por la conocida inhibición femenina a la hora de reconocer esta práctica. Pero del estudio de las diferentes cifras manejadas por los investigadores, se sabe que se masturban entre el 85% y el 93% de las mujeres, en conjunto. Si el análisis se centra sólo en las mujeres orgásmicas, y lo es el 90% de la población femenina, se encuentra que se masturban entre el 91% y los 99% de ellas, prácticamente todas. Sin embargo, otras fuentes indican que el número de mujeres orgásmicas podría ser mucho menor. Según el Journal of the American Medical Association, un 43% de las mujeres americanas siguen padeciendo disfunciones que les impiden alcanzar el orgasmo.3

La masturbación a lo largo de la historia

La medicina moderna reconoce que la masturbación no produce daños significativos a corto o largo plazo, y la considera una práctica normal, incluso antiestresante.

A lo largo de la historia, sin embargo, siempre hubo voces que afirmaron que la masturbación era un acto inmoral. La base de tal criterio residiría, según esas voces, en que la masturbación impediría que la especie humana se mantuviera viva sobre el planeta por la emisión improductiva de semen en el caso de la masculina. Y en el caso de la masturbación femenina se afirmaba que si las mujeres se masturbaban podrían alejarse de los hombres por preferir autocomplacerse.

No fue hasta el siglo XVIII que al supuesto "daño moral" que ocasionaría la masturbación se añadió el "daño físico": comenzó a decirse que la masturbación, además de condenar las almas, ocasionaba un sinnúmero de enfermedades. Se idearon muchos métodos para descubrir a los niños y niñas masturbadores,  y se crearon numerosos remedios contra la masturbación. Algunos de ellos incluían: circuncisión sin anestesia, guantes ásperos, aparatos especiales que impedían acceder a los genitales, descargas eléctricas, tratar los genitales con ortigas, o extirparlos quirúrgicamente.

En décadas posteriores, el terrorismo psicológico reemplazó a las otras medidas. Por ejemplo, se decía a los niños que si se masturbaban les crecerían pelos en las manos, la cara se les volvería verde, se les secaría el pene o el clítoris, se volverían locos, les saldrían granos en la cara... En los EE. UU. y otros países angloparlantes, se comenzó a practicar de forma rutinaria la circuncisión neonatal debido a un supuesto efecto preventivo contra la masturbación y la clitoridectomía a las chicas que eran descubiertas haciéndolo. Esta última se abandonó bien entrados los años treinta, pero la circuncisión neonatal de los varones se sigue practicando.

Afirmaciones populares acerca de la masturbación

Según explica el psiquiatra español Jesús Ramos Brieva, existen diversos prejuicios en la cultura popular en relación con la masturbación:

Los hombres se masturban más

Suele afirmarse que los hombres se masturban con una frecuencia semanal, que es el doble de veces la de las mujeres. Pero existen investigaciones que demuestran que los hombres mienten sistemáticamente en las encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden al autoerotismo, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario, minimizando la frecuencia (es típica la respuesta femenina de hacerlo una vez al mes). Si corregimos las afirmaciones de unos y otros, como han realizado algunas investigaciones serias, los datos tienden a converger: así, hombres y mujeres se masturban con una frecuencia similar.

Los hombres comienzan a masturbarse antes que las mujeres

Según los estudios recopilados por Ramos Brieva, tampoco es cierto que los hombres se inicien en la masturbación antes que las mujeres por tener un órgano sexual tan "evidente" y que tienen que tocarse a diario por razones fisiológicas e higiénicas.

Está demostrado que hay más mujeres que hombres que se inician en la masturbación antes de los 10 años de edad. Lo hacen así entre el 20% y el 42% de las mujeres, al menos, y entre el 3% y el 13% de los hombres. También hay un 42% a 52% de mujeres que comienzan a hacerlo, como los hombres, durante la adolescencia. Por eso, las mujeres aprenden a masturbarse espontáneamente con mayor frecuencia que los hombres (lo hacen siendo más niñas y sin haber hablado con nadie del tema), quienes suelen iniciarse más tarde, tras hablar con sus compañeros o leer sobre el tema (mujeres: entre el 57% y el 62%; hombres: 28%)

Las personas dejan de masturbarse cuando inician relaciones sexuales

Según los estudios citados en la obra, los hombres y las mujeres continúan masturbándose después de establecer relaciones de pareja. Incluso aunque tales relaciones sean satisfactorias, el 75% de los varones y el 75% al 91% de las señoras emparejados continúan haciéndolo.

Se ha observado que mientras la frecuencia con la que los hombres emparejados acuden a la masturbación disminuye desde el momento que comienzan a tener relaciones sexuales y sigue descendiendo con el paso del tiempo, en las mujeres la frecuencia se mantiene igual o aumenta en la mayoría de los casos, sobre todo entre las que son más jóvenes. Esta idea contradice, igualmente, la afirmación popular.

Quienes se masturban se aíslan socialmente

El psiquiatra Jesús Ramos niega este supuesto, concluyendo que la masturbación no produce aislamiento, habiéndose comprobado que la mayoría de los seres humanos se masturban y tienen relaciones sexuales con normalidad.

 

Otras fuentes explican que en las personas aisladas que no saben relacionarse con los demás se desarrolla la masturbación como forma de satisfacción sexual al no tener la oportunidad de desarrollar la actividad sexual que apetece compartir con otras personas, al no ser capaces de relacionarse con esas personas. 

Extraido de Wikipedia

Correcciones

Omar E Guio S.